Anatomía sin Moni

Sip, en ese sillón feo e incómodo, todos los días o casi todos los días a eso de las 10 de la noches nos sentabamos juntas para deleirtarnos de nuestras series favoritas. Martes: House, of course, como no reirnos del doc más borde. Miércoles: Los hombres de Paco, es que son muy tontos. Jueves: Anatomía de Grey, puta que sufren los pobres internos. Domingo: Aída, que guarros son.

El martes no quise ver house, el miércoles preferí cambiar la TV por el cine. Pero ayer ya no podía seguir escapando a la realidad, de que ya no veríamos más televisión juntas. El nuevo compi de piso, un venezolano un poco borde, se sentó a mi lado. No se callaba, me hablaba y hablaba y además diciéndome que no piensa pagar el teléfono e Internet, así que vaya cancelando las cuentas. Y yo me decía, si lo único que quiero es ver la televisión.

No sabes Moni lo duro que han sido estos días, a veces me da por ir a preguntarte si quieres comer lo que yo preparó, pero recuerdo que no estás, que ya estaras comiendo tus tacos tan anhelados. Sé que no soy buena cocinera, pero más de alguna vez probaste mis tradicionales preparaciones (arroz con pollo o arroz con pollo)

Pues nada mi mexicanita, sólo decirte y dedicarte este post, que eres y serás la mejor compañera de piso por siempre. ¿Y sabes por qué?, porque más que mi roomate, eres mi amiga. Disfruta tu ciudad y pásalo genial.